
La víctima cayó frente en el porche de la residencia donde alquilaba.
Andreína Selma Gudge Holder estaba en la residencia donde arrendaba cuando la mataron.
Se escuchó una sola detonación. Algunos aseguran que poco antes varios hombres y la mujer discutían, pero nadie precisó mayores detalles.
El único proyectil que “escupió” la pistola se alojó en la cabeza de Andreína, de 26 años.
Ella se desplomó en la puerta que da hacia las habitaciones en alquiler, a sus pies quedó una bolsa plástica vacía.
Tras el disparo los primeros en salir fueron dos muchachos que también rentan en el mismo sitio.
Creyeron que se trataba de una explosión, pero cuando se asomaron vieron el cadáver y la sangre que escurría hacia las escaleras.
Por temor, se encerraron y llamaron a las autoridades.
Algunas personas que caminaban por la calle Tucupido, en la urbanización Orinoco -Castillito- corrieron para resguardarse; mientras otros observaban desde lejos que un vehículo Chery Orinoco gris arrancaba a toda velocidad.
Eran las 11:00 de la mañana.
En el sitio nadie se explicaba lo que sucedió; hubo quienes preguntaron si la atacaron para robarla y se quejaron de la delincuencia.
Sorprendido
En el cuarto que alquilaba Andreína estaba su hija de 4 años.
La niña se bañaba cuando ocurrió el crimen; desde afuera se escuchaba su llanto, pero nadie, ni siquiera los otros inquilinos, se acercaron a la pieza en busca de la infante.
Media hora después, el papá de la menor arribó al lugar; como todos los viernes, iba por su hija.
Al hombre le causó curiosidad observar la cantidad de personas rodeando la residencia. Al acercarse vio el cadáver ensangrentado de su exmujer.
Corrió hasta el cuarto, sacó a la niña y cubrió el cuerpo con una sábana.
Para entonces una comisión de la Policía del Estado Bolívar resguardaba la escena y el par de vecinos que habitan en la misma residencia, relataban lo que sabían.
Dos meses
Supuestamente, Andreína tenía aproximadamente dos meses habitando en el sitio.
Allí convivió con otro hombre con el cual terminó una relación hace 20 días.
Este también se acercó a la escena, pero tanto él como el papá de la niña y otros allegados a la víctima, desconocen el motivo del homicidio.
Aseguraron que no era una mala mujer y nunca supieron que anduviera en malos pasos.
Mencionaron que toda su familia reside en Guyana, de donde es oriunda.
Por otra parte, se rumoró que -tal vez- Andreína “estaba negociando algo”, esto debido a lo poco que lograron escuchar los inquilinos.
Otros refirieron que discutía con tres sujetos.
Los detectives del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas trabajan en el esclarecimiento.
Supuestamente, Andreína tenía aproximadamente dos meses habitando en el sitio.
Allí convivió con otro hombre con el cual terminó una relación hace 20 días.
Este también se acercó a la escena, pero tanto él como el papá de la niña y otros allegados a la víctima, desconocen el motivo del homicidio.
Aseguraron que no era una mala mujer y nunca supieron que anduviera en malos pasos.
Mencionaron que toda su familia reside en Guyana, de donde es oriunda.
Por otra parte, se rumoró que -tal vez- Andreína “estaba negociando algo”, esto debido a lo poco que lograron escuchar los inquilinos.
Otros refirieron que discutía con tres sujetos.
Los detectives del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas trabajan en el esclarecimiento.
Inspección
Los sabuesos colectaron las evidencias en la escena, también revisaron el cadáver y la habitación de la víctima para buscar pistas.
Presuntamente en el cuarto estaba todo en orden.
Los agentes trasladaron a los dos testigos hasta la sede de la División de Investigaciones Contra Homicidios para que contaran lo que supieran, también se llevaron a una mujer.
Interrogarán a sus parientes para saber más sobre la vida de Andreína y determinar en qué situación estaba vinculada.
Con las primeras pistas iniciaron el trabajo para identificar y aprehender a los asesinos, de quienes sospechan viven en el mismo sector.
Los sabuesos colectaron las evidencias en la escena, también revisaron el cadáver y la habitación de la víctima para buscar pistas.
Presuntamente en el cuarto estaba todo en orden.
Los agentes trasladaron a los dos testigos hasta la sede de la División de Investigaciones Contra Homicidios para que contaran lo que supieran, también se llevaron a una mujer.
Interrogarán a sus parientes para saber más sobre la vida de Andreína y determinar en qué situación estaba vinculada.
Con las primeras pistas iniciaron el trabajo para identificar y aprehender a los asesinos, de quienes sospechan viven en el mismo sector.