En la ciudad rusa de Kurgán, un hombre en evidente estado de ebriedad, caminaba tambaleándose con una rosa en la mano por las calles buscando, quizás, a la mujer de su vida. Para su mala fortuna, no fue capaz de encontrarla. Y no solo eso: fue detenido por la Policía.
El triste final de la historia del ebrio más romántico del mundo
mayo 16, 2017