Una estudiante de preparatoria llamó a la policía municipal fingiendo un robo en el local de su madre, ubicado en el centro de Puebla, para contar con la ayuda de los oficiales al momento de confesarle que había reprobado varias materias.
Según la versión de los policías, cuando llegaron al negocio, en la 5 norte y 2 oriente, la joven les dijo que los había llamado porque estaba segura de que su mamá le pegaría, pues no podría iniciar otro año escolar.
El pasado lunes 22 de agosto, la chica de 17 años evadió contarle la situación a su progenitora, pero al verse acorralada, optó por construir un plan en el que no tuviera que sufrir violencia física. Pero ya con la presencia de la señora, los oficiales se retiraron.
Aunque la mujer les aseguró que no la golpearía, la protagonista del enredo no dejó de gritar que la llevaran ante un juez calificador porque no dudada del escarmiento que le esperaba.
