La salud del corazón merece atención constante, pues las enfermedades cardiovasculares, como la hipertensión arterial, las arritmias, el infarto y el accidente cerebrovascular (ACV), figuran entre las principales causas de muerte en el mundo. En el Perú, más de 5,5 millones de personas mayores de 15 años padecen hipertensión arterial, equivalente a cerca del 22 % de la población adulta.
Para prevenir estas afecciones, los hábitos saludables, como una alimentación balanceada, actividad física regular, control de peso y evitar el tabaquismo, resultan fundamentales. Pero hay otro pilar menos promovido: el sueño. Dormir bien no solo repara el organismo, sino que regula hormonas, presión arterial, ritmo cardíaco y procesos inflamatorios. Dormir muy poco como dormir en exceso se asocian con mayor riesgo cardiovascular.
¿Cuántas horas debes dormir cada noche?
La evidencia científica sugiere que una duración óptima de sueño para la mayoría de adultos se sitúa entre 7 y 8 horas por noche. Dormir menos de 7 horas de forma habitual se asocia con mayor riesgo de hipertensión, taquicardias y arritmias, así como con un aumento del estrés simpático, disfunción endotelial e inflamación crónica.

Dormir la cantidad adecuada de horas también contribuye a reducir el riesgo de accidente cerebrovascular e insuficiencia cardíaca (Imagen Ilustrativa Infobae)
Por otro lado, dormir más de 9 horas también puede tener asociaciones negativas con eventos cardiovasculares, aunque el mecanismo es menos claro. Respecto a las arritmias, algunos estudios han observado que patrones de sueño subóptimos (menos de 7 h o muy irregulares) pueden incrementar el riesgo de fibrilación auricular (un tipo de arritmia cardíaca en la que los latidos del corazón son irregulares y, a menudo, más rápidos de lo normal), posiblemente a través de alteraciones en el sistema nervioso autónomo y desequilibrios de electrolitos.
Por otro lado, dormir más de 9 horas también puede tener asociaciones negativas con eventos cardiovasculares, aunque el mecanismo es menos claro. Respecto a las arritmias, algunos estudios han observado que patrones de sueño subóptimos (menos de 7 h o muy irregulares) pueden incrementar el riesgo de fibrilación auricular (un tipo de arritmia cardíaca en la que los latidos del corazón son irregulares y, a menudo, más rápidos de lo normal), posiblemente a través de alteraciones en el sistema nervioso autónomo y desequilibrios de electrolitos.
Otros problemas cardiovasculares que se previenen al dormir 7 u 8 horas diarias
Dormir la cantidad adecuada de horas también contribuye a reducir el riesgo de:
- Enfermedad coronaria y eventos isquémicos (infarto)
- Accidente cerebrovascular (ictus)
- Insuficiencia cardíaca
En conjunto, la duración de sueño adecuada se suma como un factor clave y complementario a la dieta y el ejercicio para mantener la salud del sistema cardiovascular.
Recomendaciones para tener buena calidad y cantidad de sueñoEstablece una rutina regular: acuéstate y despiértate a horas similares todos los días, incluso fines de semana.
Crea un ambiente propicio: habitación oscura, temperatura fresca y libre de ruidos.
Limita pantallas y luz azul: al menos 1 hora antes de dormir.
Evita estimulantes: como café o bebidas energéticas durante la tarde-noche.
Realiza siestas breves: pero no deben sustituir el sueño principal.
Realiza ejercicio con regularidad: pero evita actividad intensa justo antes de dormir.
Controla el estrés: con técnicas de relajación como respiración, meditación o lectura ligera.
Si notas ronquidos intensos, pausas respiratorias o somnolencia diurna excesiva busca evaluación médica por posible apnea del sueño.

Una duración óptima de sueño para la mayoría de adultos se sitúa entre 7 y 8 horas por noche (Imagen Ilustrativa Infobae)
Cómo las enfermedades cardiovasculares afectan la calidad de vida
Cuidar la salud del corazón es fundamental para mantener una buena calidad de vida y prevenir enfermedades graves como la hipertensión, las arritmias, los infartos o los accidentes cerebrovasculares.
La hipertensión y las arritmias afectan significativamente la calidad de vida, ya que alteran el funcionamiento normal del corazón y del sistema circulatorio. La hipertensión, al mantener una presión arterial elevada de forma constante, puede causar cansancio, dolores de cabeza y riesgo de daño en órganos vitales como el corazón, los riñones y el cerebro. Por su parte, las arritmias provocan palpitaciones, mareos o desmayos, generando ansiedad y limitaciones en las actividades diarias. Ambas condiciones aumentan el riesgo de infarto o accidente cerebrovascular, por lo que requieren control médico y hábitos saludables para mantener una vida activa y segura.
Adoptar hábitos saludables, como una alimentación equilibrada baja en sal y grasas saturadas, realizar actividad física de forma regular, evitar el consumo de tabaco y controlar el estrés, ayuda a mantener el corazón fuerte y funcional. Cuidar el corazón no solo prolonga la vida, sino que también mejora la energía, el ánimo y el bienestar general en todas las etapas.

Cómo las enfermedades cardiovasculares afectan la calidad de vida
Cuidar la salud del corazón es fundamental para mantener una buena calidad de vida y prevenir enfermedades graves como la hipertensión, las arritmias, los infartos o los accidentes cerebrovasculares.
La hipertensión y las arritmias afectan significativamente la calidad de vida, ya que alteran el funcionamiento normal del corazón y del sistema circulatorio. La hipertensión, al mantener una presión arterial elevada de forma constante, puede causar cansancio, dolores de cabeza y riesgo de daño en órganos vitales como el corazón, los riñones y el cerebro. Por su parte, las arritmias provocan palpitaciones, mareos o desmayos, generando ansiedad y limitaciones en las actividades diarias. Ambas condiciones aumentan el riesgo de infarto o accidente cerebrovascular, por lo que requieren control médico y hábitos saludables para mantener una vida activa y segura.
Adoptar hábitos saludables, como una alimentación equilibrada baja en sal y grasas saturadas, realizar actividad física de forma regular, evitar el consumo de tabaco y controlar el estrés, ayuda a mantener el corazón fuerte y funcional. Cuidar el corazón no solo prolonga la vida, sino que también mejora la energía, el ánimo y el bienestar general en todas las etapas.
